Mehdi Qotbi fue el primer responsable designado por SM el Rey Presidente de la Fundación de Museos Nacionales después de la adopción de la Constitución de 2011. Una fuerte señal para mostrar la importancia que el soberano atribuye a la cultura. Casi 5 años después, es el momento del balance. Es cierto que el presidente comenzó este proyecto sin ninguna estructura. Por lo tanto, era necesario encontrar rápidamente un lugar para albergar la Fundación. La elección se centró en la antigua sede de la Sociedad Nacional de Estudios del Estrecho en Rabat. El nuevo presidente posteriormente comenzó a reclutar. Hoy, la Fundación tiene 12 personas, en su mayoría mujeres, que trabajan de acuerdo con una doble regla: pasión y rigor, dice Mehdi Qotbi.

En esta empresa, ha desarrollado una «generosidad» que destaca a sus empleados. Consciente de que tiene una misión que no puede cumplir por sí solo, «son los demás los que me ayudan a cumplir con mi responsabilidad», dice con humildad. Con este enfoque de gobernanza y en poco tiempo, logró el golpe maestro de colocar a los museos en el centro de las noticias culturales. E inscribió el concepto de museología en la jerga actual hasta el punto de que la Universidad Mohammed VI de Rabat ha creado un maestro. Cabe señalar que sus iniciativas se llevan a cabo con pocos medios en comparación con los gastos necesarios en esta área. El presupuesto público otorgado a la Fundación no es suficiente.

Para llenar este vacío, optó por lo que tuvo éxito en otros lugares: el patrocinio. Sus incomparables habilidades de cabildeo, conocidas por todos, le permitieron atraer fondos privados para la buena causa. El plan de renovación del museo se llevó a cabo gracias a la contribución de los clientes que están convencidos de la buena voluntad y la exigencia del Presidente de la Fundación.
El objetivo es modernizar estos museos existentes, con un cambio de nombre, desempolvando estos lugares de otra época. Pero es Tánger quien parece haberlo marcado: «en un museo, contamos una historia, con un viaje real. Eso es lo que sucedió en el renovado Museo de Tánger, donde tenemos 25,000 visitantes desde agosto pasado. La asistencia, cada vez más grande, permite evaluar y juzgar los méritos de lo que hemos elegido. El nombre ha sido cambiado para bautizarlo ahora como el Museo de las Culturas Mediterráneas (antes era el museo etnográfico).

Además, desde el principio, ha multiplicado la firma de convenciones con grupos privados, ministerios, incluida la Educación Nacional «para integrar aún más el arte y la cultura para educar a los jóvenes». El objetivo es promover la democratización del acceso de las personas a la cultura y al patrimonio.
Después de 5 años, el presidente logró poner a Marruecos en la agenda de los museos e instituciones culturales más prestigiosos del mundo.